martes, 4 de abril de 2017

Heidi o de prejuicios, tontos y lindes


A pique de perder el tren, salí corriendo de casa como alma que lleva el diablo con una maleta medio vacía y un libro bajo el brazo. Llegué al vagón con la lengua fuera y ligeramente cabreado (conmigo mismo, el peor de los contrincantes). Me dejé caer sobre el asiento y coloqué el libro en el regazo. Heidi de Johanna Spyri. Ilustrado por Sonja Wimmer. Editado por Nórdica Libros. Un clásico. De los de siempre. Como debe ser. Para los que no vemos pasar el tiempo en lo literario.



Román.- Esto cunde de lo lindo. Los Alpes... El abuelo... Pedro... Klara... la sita Rottenmeier... Bastante semejante a cómo lo había visto en la serie de dibujos (Advertencia: No se les ocurra rememorar su infancia a costa de tragarse de nuevo esas producciones de animación de antaño. Si lo hacen: decepción al canto). Sigo pasando páginas. Par. Impar... Descripciones preciosas de los paisajes de montaña. Huelo a heno recién segado... Impar. Par... Escenas costumbristas donde se saborea la leche de cabra, brincas con ellas en los pastos. Flores silvestres... Impar. Par. Acompaño al abuelo mientras la niña está en Frankfurt. Pongo mi mano en su hombro. Él busca un hueco en lo religioso...
Subconsciente de Román.-¡Un momento! ¿Religioso...?
Román.- Sí, cojones, esas cosas de dioses y mortales, de credos y pecadores...
Subconsciente de Román.- ¿En Heidi hay hueco para eso?
Román.- Vamos a ver so' canelo, no sé qué esperabas de un libro de finales del XIX..., ¿que salieran la Dulceida y la pringada de la Esty luchando en el barro? Cuando te sale la vena progre no te aguanto ni yo...
Subconsciente de Román.- No sé... Nunca me lo hubiese imaginado. En la adaptación japonesa no rezaban...
Román.- Mira que eres tontoelpijo, nene... Simplemente lo obviaron, que los japos piensan... ¡Si te parece la sacan haciendo yogui-pilates!
Subconsciente de Román.- (Con cara de ensimismado) ¿Y qué harán los ateos? ¿ Los apóstatas? ¿Los agnósticos y no practicantes?
Román.- Estas un poquito gilipollas, muchacho... ¡Ni que tu sintieras devoción por la pila bautismal! ¡Tontaco!
Subconsciente de Román.- Y lo leo... Es verdad.
Román.- (Resignado) Ayyyyy...
Subconsciente de Román.- Pero pienso en todos esos que ahora se autocensuran, esos a los que se les taladra el globo ocular cuando algo no casa con sus ideas y rápidamente montan hogueras... Por si acaso se les pega lo que leen... Tu sabes...
Román.- Déjalos... Ellos verán... Cuando un tonto coge una linde, la linde se acaba y el tonto sigue.
Subconsciente de Román.- Pues llevas razón, mi otro yo...
Román.- De “otro” nada, que el único “yo” que hay aquí ya sabes quién es.
Subconsciente de Román.- No te pongas en modo Def Con Dos, que luego me vienes llorando a lo Paquita Salas...
Román.- Anda, no me marees. Lee y calla, que este señor libro se pone interesante...


1 comentario:

miriabad dijo...

Y sé qué libro voy a buscar el día del libro.
La serie me.gustaba de pequeña y cuando he visto algún capítulo de mayor me he dado cuenta de su radical defensa de la naturaleza y de la nevera necesidad de ella que tienen los humanos para ser felices.
¡qué mejor mensaje!
Por lo que he leído Joahana reflejo en el libro una inquietud de su propia vida.
Gracias por la recomendación