jueves, 18 de diciembre de 2008

Españoles





Es indiscutible que los verdaderos reyes del álbum ilustrado son los anglosajones. Aunque podemos destacar algún autor o autora de origen francés o alemán, son británicos, americanos o australiano los se reparten el meollo de los “picture book” (así se conocen por esas latitudes). ¿Y los españoles? ¿En qué puesto quedamos? La verdad es que no he hecho muchas estadísticas ni he consultado los datos editoriales, pero les adelanto que no estamos muy a la cabeza de este género literario propiamente infantil. Esto hecho se debe, principalmente, a que a finales de los ochenta y durante toda la década de los noventa, las editoriales que dedicaban grandes esfuerzos a la promoción y defensa de este género (Altea o Miñón, por citar un par de ellas) desaparecieron, obligando con ello a cambiar las inclinaciones de los autores. De este modo, se pasó de una época con abundantes ejemplos de libros ilustrados de autoría nacional a otra en la que no encontrábamos libros ilustrados, ni españoles, ni extranjeros.
De unos años a esta parte, desde la llegada del nuevo siglo, sorprende ver como florecen numerosos ejemplos de este género sobre las baldas de las bibliotecas infantiles y librerías, gracias, en gran parte, a las editoriales emergentes que apostaron por este género (Kalandraka, Kókinos, OQO, Barbara-Fiore, Los cuatro azules, etc.), así como por los trabajos de nuevos autores e ilustradores españoles. Como muestra de ello, les dejo con La cebra Camila, que bajo las órdenes de Marisa Núñez y Óscar Villán, nos narra la historia de Camila, una cebra que pierde su vestimenta de rayas y que, tras mucho andar llegó a su casa (lo siento, no puedo resistirlo, me parece un encanto de párrafo)…

[…] con un anillo en la pata,
una rayita de plata,
un lindo remiendo azul,
una puntilla de tul,
una cuerda de violín,
un gran cordón de botín,
una cinta en la melena…
y ni una gota de pena
.

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